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Ferroluce: Del Hierro a la Cerámica a la Explosión de Color

La empresa Ferroluce comenzó su viaje en la producción de lámparas en 1982, creando plafones de hierro forjado: un material muy versátil y en ese momento apreciado por su modernidad y elegancia. Con el paso de los años, creció en nosotros la necesidad de buscar materiales diferentes, que no solo tuvieran características técnicas óptimas, sino que también estuvieran vinculados a nuestros valores empresariales. Todo esto lo encontramos en la cerámica: orgánica, maleable y especialmente adecuada para el trabajo manual, que aún hoy guía nuestro trabajo y, junto con el estudio de colores y estilos innovadores, nos permite experimentar año tras año nuevas soluciones de iluminación que se adaptan a los tiempos cambiantes.

Nuestras lámparas son "slow" porque nacen de la paciencia y la atención.

Nacen a través de un proceso de producción cuidadoso y lento que resalta la elaboración de cada detalle: son nuestras lámparas, hechas una a una a través de lo que se conoce en la jerga como Slow Manufacturing, un método que valora la creatividad y habilidad manual de nuestros artesanos, permitiéndonos crear productos de gran valor, enteramente hechos a mano, perfectos en sus imperfecciones.

Tiempo, pero no solo: en Ferroluce se redescubre un vínculo primordial con la naturaleza y la belleza de la artesanía, otorgando unicidad a cada lámpara.

Elegimos el camino de la sostenibilidad mucho antes de que se convirtiera en un tema destacado en la sociedad. Al adoptar la cerámica como el único material de producción para nuestras lámparas, compuesta exclusivamente de arcilla, cuarzo y alúmina, quisimos conectarnos simbólicamente con la naturaleza que nos rodea. Para iluminar sus hogares con productos que encierran, en cada detalle, la naturalidad y la belleza más pura. Como manda la naturaleza.

A esta elección se une la voluntad de continuar produciendo cada lámpara a mano, en un contexto que se aleja de la producción masiva. Gracias al uso de un material extremadamente versátil y fácil de trabajar como la cerámica, nuestras soluciones de iluminación respetan el medio ambiente y la tradición familiar, ofreciendo al cliente una excelencia y unicidad inimitables.

Finalmente, el color: para lámparas que iluminan el mundo desde Italia.

Especialmente en la colección DECò, hemos querido resaltar las características de cada producto combinando diferentes tonos de color. Así han nacido lámparas con un carácter original y distintivo, capaces de regalar emociones imposibles de expresar solo en formas, y protagonistas de proyectos arquitectónicos siempre innovadores, que amueblan perfectamente lugares con estilos moderno, industrial o clásico.

Una diversidad que, de Milán a Varsovia, llegando hasta Seúl y Chicago, se convierte en un valor fundamental de nuestra marca, permitiéndonos experimentar también el uso de nuevas tecnologías y materiales, sin perder nunca un alma 100% Made in Italy.